sábado, 27 de junio de 2009

(...) Los utópicos tienen pocas leyes; un país así regido se basta con muy pocas. Lo que primeramente censuran de los demás países es el gran número de leyes y de interpretaciones, pues aunque sean muchas, siempre son insuficientes. Creen que es una gran injusticia encadenar a los hombres con tantas leyes, muchas más de lo que es posible leer y, además, muy difíciles de comprender.
(...)Las leyes, dicen ellos, son instituidas para que todos sepan cual debe ser su comportamiento; la interpretación más sutil sólo convendrá a un reducido número de personas, pues serán pocas las que las comprendan, mientras que cuanto más sencillo y natural sea el significado de una ley, más comprensible será para todos. (...)


Utopía, Tomás Moro

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